Posteado por: TDS | 08/07/2014

Rumbo a la primera parada amazónica

El sábado 28 de junio comenzó nuestra aventura hacia tierras peruanas.

IMG-20140705-WA0001Después de 12 horas de largo vuelo y emociones a flor de piel, llegamos a Lima. Esta ciudad gris e inmensa nos abría las puertas para nuestra próxima escala: el ansiado Amazonas.

Y así fue, el lunes 30 empezamos el viaje; después de un vuelo a Chiclayo, 7 horas en autobús para Bagua, y 3 horas más de coche, llegamos a Chiriaco. Allí, y tras coger un bote para cruzar el río Chiriaco, llegamos a nuestro primer destino: la misión de Chiriaco. En este lugar conocimos a las hermanas Asunta, Elvira y Rogelia y una vez con ellas nos sentimos como en casa.

La misión de Chiriaco consiste en un internado para la educación inicial, primaria y secundaria de niños y niñas de las comunidades awarunas del Departamento del Amazonas. Estos alumnos y alumnas no tienen posibilidad en sus comunidades de poder acceder a la educación, por falta de recursos económicos de sus familias, y gracias a poder asistir a este centro, pueden llegar a acabar su secundaria. Las hermanas que se encargan del centro cuidan cada detalle y se ven envueltas en una continua lucha para poder dotar de medios a toda la instalación. Los niños y niñas se encuentran organizados en las diferentes comidas de las que consta el centro y de las diferentes tareas que implica su mantenimiento diario.

A veces, estos alumnos y alumnas tienen la posibilidad de cursar estudios técnicos superiores en la ciudad de Jaén mediante la concesión de becas. Taller de Solidaridad ha apoyado varias de estas becas en los últimos años consiguiendo que algunas de sus alumnas hayan podido estudiar y cursar una carrera técnica superior. Tal es el caso de Clotilde; ella estudió corte y confección en Jaén gracias a una beca concedida por Taller de Solidaridad a la Institución. Clotilde ahora trabaja como profesora de corte y confección en el centro. Ellas nos cuenta que supuso una gran oportunidad poder acceder a esa beca y finalizar sus estudios, y que jamás lo podrá haber hecho sin esa ayuda económica. Ahora se siente realizada pues ha conseguido lo que tanto quería, sobre todo teniendo en cuenta que la mujer awaruna no tiene un fácil acceso a la educación, y mucho menos a la educación técnica superior.
Por eso estas becas están destinadas a mujeres indígenas awarunas, pues la educación de las mimas resulta complicada y poco favorecida en esas zonas. Aquí estos menesteres está dedicado a los hombres y las mujeres, pocas veces, consiguen acabar sus estudios.

La experiencia en Chiriaco ha resultado mágica y nos ha dado las energías suficientes para querer seguir luchando por estos pueblos, tan olvidados dentro de su propio país y tan luchadores y merecedores de todo tipo de ayuda. Ellos necesitan un empujón, pues las ganas, la fuerza y la entrega la tienen de sobra. Su desarrollo sólo es cuestión de tiempo y dedicación, pues todo lo demás viene de parte de cada uno de ellos. Son una población maravillosa.
Continuamos nuestro viaje selva adentro. Con más ganas si cabe y con todo la atención puesta en sus gentes, sus paisajes, sus vidas…nos llevamos su sonrisa, pues eso sí, nunca nos falta una de ellas.

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Respuestas

  1. Estoy siguiendo tu itinerario por esa misiòn apasionante que sin duda cambiara tu percepción de la vida, los valores y el mundo… ¡Puede que la alternativa a “otros modos de vivir, relacionarse y de creer vengan por ahi!
    Pido para que sea una experiencia inolvidable para ti y para la gente.
    Inma Adán ssj

    By: Inma Adán on 21/07/2014
    at 14:18

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